Mother! es un filme trascendental e inclasificable, nada común
en el decadente ambiente estético actual. No sé a cuales “críticos” cinematográficos
se les ocurrió clasificarla como película de horror y cometer hasta el
disparate de compararla con Rosemary's Baby (1968), con la cual no tiene
relación alguna en lo absoluto.
Darren Aronofsky, quien tiene en su haber magníficas realizaciones
como The Fountain (2006), The Wrestler (2008) y Black Swan (2010) -así como
otras tan terribles como Noah (2014)-, estuvo a cargo de su dirección, basado
en un originalísimo guión de su propia autoría.
Jennifer Lawrence asombra con una actuación fuera de liga
que no sólo recuerda su fantástico protagonismo en Winterbone (2010) sino con
la que alcanza una sorprendente madurez actoral. Su belleza, frescura y gracia le permiten
personificar a la protagonista como centro y punto de vista de este drama
imposible de catalogar, para brillar junto a la poderosa presencia de Javier
Bardem.
Este, en apariencias, representa un creador que lidia con una especie
de bloqueo de escritor, con quien la protagonista (los personajes carecen de
nombres) vive una vida idílica de retiro y paz en una mansión solitaria en
medio de un apacible paisaje campestre. La misma se halla en eterna resatauración
por la protagonista tras un previo incendio del que sólo ha quedado un trozo de
cristal semejante a un gran diamante en bruto.
La cámara se mueve ágil y peculiarmente por el laberíntico
espacio interior de la gran mansión para entregar una atmósfera de naturalidad
y espontaneidad con tonalidades suaves de colores tierra, rota por instantes de
enigmáticos efectos especiales.
Pronto, la invasión del personaje de Ed Harris, y, sobre
todo, de una aplastante Michelle Pfeiffer romperán esta idílica naturalidad,
casi paradisíaca, para desatar gradualmente el pandemonio, secundados por un destacado
casting que incluye Stephen McHattie, Kristen Wiig, Jovan Adepo, ambos hijos de
Brendan Gleason, Domhnall y Brian, y muchos otros.
El absurdo del ego humano -igualmente
divino- y la histeria de las muchedumbres empujarán el paraíso al abismo del caos
irreparable, al menos menos, para los mortales.
Sería sacrílego revelar alguna clave tanto de la argumento como
del final de esta película, a la que se debe llegar con mente libre de preconcepciones
para sorprenderse con la gradual evolución de la trama y los personajes hasta
alcanzar un final sorprendente y revelador, con alto vuelo filosófico.
Mother!, incluido en la selección para competir por el León
de Oro del 74 Festival cinematográfico de Venecia, es una obra de arte poco
común en estos tiempos desafortunadamente incomprendida por un público y muchos
críticos habituados a la banalidad de la cinematografía actual.
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