Tuesday, December 12, 2017

Mother! (20017)



Mother! es un filme trascendental e inclasificable, nada común en el decadente ambiente estético actual. No sé a cuales “críticos” cinematográficos se les ocurrió clasificarla como película de horror y cometer hasta el disparate de compararla con Rosemary's Baby (1968), con la cual no tiene relación alguna en lo absoluto.

Darren Aronofsky, quien tiene en su haber magníficas realizaciones como The Fountain (2006), The Wrestler (2008) y Black Swan (2010) -así como otras tan terribles como Noah (2014)-, estuvo a cargo de su dirección, basado en un originalísimo guión de su propia autoría.


Jennifer Lawrence asombra con una actuación fuera de liga que no sólo recuerda su fantástico protagonismo en Winterbone (2010) sino con la que alcanza una sorprendente madurez actoral.  Su belleza, frescura y gracia le permiten personificar a la protagonista como centro y punto de vista de este drama imposible de catalogar, para brillar junto a la poderosa presencia de Javier Bardem. 

Este, en apariencias, representa un creador que lidia con una especie de bloqueo de escritor, con quien la protagonista (los personajes carecen de nombres) vive una vida idílica de retiro y paz en una mansión solitaria en medio de un apacible paisaje campestre. La misma se halla en eterna resatauración por la protagonista tras un previo incendio del que sólo ha quedado un trozo de cristal semejante a un gran diamante en bruto.


La cámara se mueve ágil y peculiarmente por el laberíntico espacio interior de la gran mansión para entregar una atmósfera de naturalidad y espontaneidad con tonalidades suaves de colores tierra, rota por instantes de enigmáticos efectos especiales.  

Pronto, la invasión del personaje de Ed Harris, y, sobre todo, de una aplastante Michelle Pfeiffer romperán esta idílica naturalidad, casi paradisíaca, para desatar gradualmente el pandemonio, secundados por un destacado casting que incluye Stephen McHattie, Kristen Wiig, Jovan Adepo, ambos hijos de Brendan Gleason, Domhnall y Brian, y muchos otros. 

El absurdo del ego humano -igualmente divino- y la histeria de las muchedumbres empujarán el paraíso al abismo del caos irreparable, al menos menos, para los mortales.

Sería sacrílego revelar alguna clave tanto de la argumento como del final de esta película, a la que se debe llegar con mente libre de preconcepciones para sorprenderse con la gradual evolución de la trama y los personajes hasta alcanzar un final sorprendente y revelador, con alto vuelo filosófico.


Mother!, incluido en la selección para competir por el León de Oro del 74 Festival cinematográfico de Venecia, es una obra de arte poco común en estos tiempos desafortunadamente incomprendida por un público y muchos críticos habituados a la banalidad de la cinematografía actual.